PRESIDENTE FRANCO (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). Una de las voluntarias de “A todo Corazón”, Cinthya Andino, explicó que esa organización se formó entre amigos de Facebook para ayudar donde sea necesario. Luego se enteraron de la situación de la escuela San Blas y decidieron contribuir, señaló.
Este domingo la porción de pollo costará G. 10.000 en el centro de Presidente Franco. Quien desee colaborar con esta actividad o con la construcción de las aulas puede llamar al 0973 895670, dijo Andino.
En una de las viejas aulas de madera terciada y techo de fibrocemento de dicha escuela funciona el prejardín, mientras en otra el sexto y séptimo grados.
Los padres de alumnos del prejardín taparon las goteras el fin de semana último e instalaron un ventilador de pared. Además, los niños, de entre 4 y 5 años de edad, no tienen mesas y sillas adecuadas para su edad. Son en total 21 alumnos a la mañana y 19 por la tarde. La profesora Judith Sanabria afirmó que enseñar en estas condiciones “es una experiencia desgarradora”. La instalación eléctrica también es precaria y peligrosa.
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Al lado de los baños hay otra aula de madera, aunque una de las paredes es la muralla de la iglesia vecina. Allí funcionan el sexto grado por la mañana y el séptimo por la tarde. Son más de 30 niños hacinados, sin espacio para pasillos entre los pupitres, tan viejos como el pizarrón.
Los niños cuentan que cuando llueve gotea por doquier y se embarra todo. A la siesta, los alumnos salen a estudiar bajo los árboles porque el calor se torna insoportable.
La escuela tiene cinco aulas de material donde funcionan otros grados y una sala inconclusa que igual la usan los estudiantes del octavo y noveno grados. Se trata de una obra de la empresa Herrería y Constructora, de Miguel Ángel Cabrera, contratada durante la gestión del entonces intendente Abraham Alegre (ANR), quien reemplazó en el cargo al colorado Alcides Fernández, quien había renunciado en agosto de 2015 para buscar su reelección, pero perdió en la puja.
La administración comunal actual dice que dicha firma debió construir dos aulas en la escuela San Blas, según figura en los papeles. Llegó a cobrar más de G. 100 millones del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
No corresponde
Intentamos hablar con Miguel A. Cabrera a través del número telefónico que aparece en la página web de Contrataciones Públicas. Atendió una mujer que dijo que esa línea no pertenece a la empresa de Cabrera.