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Por segundo año consecutivo, Argentina se quedará con las aguas del Pilcomayo. El Chaco paraguayo deberá esperar que las autoridades de la Comisión Nacional del Pilcomayo y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) trabajen con sentido de responsabilidad en la rehabilitación de nuestro canal.
Lo dramático de esta situación es que se deben enfrentar los largos meses de sequía invernal sin agua suficiente para sostener la biodiversidad.
La Comisión Nacional del Pilcomayo insiste en que la falta de agua es resultado de una sequía natural: la naturaleza tiene la culpa.
Tienen toda la razón al mencionar que existe un problema cuya raíz es natural; en Bolivia no llueve, por lo tanto, el caudal del Pilcomayo se mantiene bajo.
No hay agua porque no llueve.
El Ministerio de Obras Públicas dio a conocer un comunicado en el cual insiste en que el tema del Pilcomayo es una cuestión netamente natural.
En la mañana del martes pasado, la oficina de prensa del MOPC distribuyó una entrevista titulada “Bajo caudal del Pilcomayo es por motivos naturales”. Las declaraciones fueron realizadas por el ingeniero Daniel Garay, director de la Comisión del Pilcomayo.
En el documento se menciona que “el bajo caudal del río en territorio paraguayo se debe más bien a la escasez de lluvias en Bolivia; a pesar de ello, las aguas sí ingresaron a nuestro territorio gracias a los trabajos realizados”.
Agrega el material del MOPC que “recién ayer (por el lunes) se cortó la embocadura, el agua ya estaba entrando a nuestro canal. Por eso ya hemos acordado con la empresa contratista que realice de inmediato los trabajos que correspondan para facilitar su ingreso”.
Sigue diciendo que “con respecto a una publicación periodística en un medio impreso donde señala que por segundo año consecutivo nos quedamos sin el Pilcomayo, falta a la verdad ya que el año pasado ingresó bien el Pilcomayo a nuestro territorio”.
El entrevistado reconoce que “sí tuvimos un corte de dos meses aproximadamente cuando ya comenzó a faltar agua en la parte baja. No obstante, eso se normalizó en enero del año pasado, cuando se iniciaron las primeras lluvias en Bolivia. Por eso faltan absolutamente a la verdad”.
Menciona al ingeniero Garay diciendo que “incluso cuentan con videos actualizados de este mes de enero, en donde se observa el ingreso de las aguas a territorio paraguayo”.
“Solo ayer se cortó (por el lunes), pero ya hemos tomado los recaudos para limpiar nuevamente la embocadura, aunque de todas maneras el bajo caudal es consecuencia de la escasez de lluvias en Bolivia, una cuestión más bien natural que otra cosa”, finaliza la entrevista distribuida por la oficina de prensa del MOPC.
Trabajo mediocre
La falta de lluvias en Bolivia es real, y los pronósticos de setiembre de 2014 ya anunciaban sequía.
El error de la Comisión Nacional del Pilcomayo, cuyo titular es el ingeniero Daniel Garay, fue el diseño de una embocadura y un canal adecuados para recibir aguas de crecida, no aguas bajas.
El nivel de nuestro canal se encuentra encima del cauce del río; por lo tanto, las aguas bajas que se tienen en este momento no ingresarán en la embocadura.
El desnivel favorece a la Argentina porque no se trabajó con antelación; las tareas de rehabilitación comenzaron tarde y no existió tiempo para una nivelación adecuada en función de un río con escaso caudal.
El trabajo previo al período de crecidas del Pilcomayo es mediocre y, para colmo de males, las tareas comenzaron tarde.
El MOPC y la Comisión del Pilcomayo fracasaron en la misión de captar las aguas del río. Así de simple.
roque@abc.com.py