Lamentan corrupción y la desigualdad en Acahay

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Centenares de pobladores del distrito de Acahay, departamento de Paraguarí, participaron ayer de la misa central en honor a la protectora espiritual de la comunidad, Nuestra Señora del Rosario. El presbítero Ignacio Espínola, que tuvo a su cargo la prédica, lamentó los constantes hechos de corrupción y la desigualdad social en nuestro país.

ACAHAY, Dpto. de Paraguarí (Aldo Lezcano, corresponsal). La misa central en honor a la Virgen del Rosario tuvo masiva concurrencia de devotos, que previamente acompañó la tradicional procesión de la sagrada imagen por las principales calles de la comunidad. El oficio religioso fue presidido por el presbítero Ignacio Espínola, quien es oriundo de la localidad, pero que actualmente se encuentra al servicio de la parroquia de J. Eulogio Estigarribia del departamento de Caaguazú.

Durante la homilía, el religioso habló de la misericordia de Dios, que fue perdida a través de las generaciones. Lamentó que también existan los despiadados que buscan sus beneficios lejos de las enseñanzas de la Sagrada Escritura.

Así también, manifestó que la realidad de nuestro país es cada vez más preocupante porque a pesar de la excelente producción todavía existen familias sin acceso a alimentos básicos, como el pan. Mencionó que según las estadísticas hay compatriotas que pasan semanas sin consumir alimentos.

“Exportamos alimentos al mundo, pero, aquí uno de cada cuatro paraguayos sufre hambre. Este problema no es debido a la falta de producción, sino a la corrupción y un sistema económico injusto, que hace que los ricos acumulen más riqueza y el pobre esté cada vez más pobre”, dijo Espínola.

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Expresó que nuestro país sufre la inequidad porque falta que la justicia tenga como fundamento el amor. Insistió que hay necesidades sociales muy graves y también mucho desprecio hacia los semejantes.

Además, el sacerdote cuestionó la labor del Ministerio Público, la Policía Nacional y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) porque no reconocen los derechos de los campesinos e indígenas, que en muchos casos no pueden desarrollar su proyectos.

Al culminar el oficio religioso, se realizó un gran desfile de carrozas y caballería. Asimismo, al medio día tuvo lugar una feria de comidas con asado a la estaca.