Lluvias causan estragos y declaran emergencia en el Dpto. de Boquerón

FILADELFIA (Marvin Duerksen, corresponsal). La Junta Departamental señala que la declaración de emergencia es en respuesta a una nota del gobernador de Boquerón, Edwin Pauls (ANR), mediante la cual solicita la medida de urgencia por los efectos negativos de las intensas lluvias registradas en casi todo el departamento y por el desborde del río Pilcomayo. Con esa aprobación del órgano deliberativo se podrá llevar a cabo la ayuda necesaria a los damnificados y realizar las obras requeridas, indicó.

Desde finales de enero, el río Pilcomayo presenta una intensa crecida que ocasionó desbordes que afectan principalmente a la zona sur de Pozo Hondo, destruyendo caminos y medios de vida de varias comunidades.

Por otro lado, en el Chaco Central hubo fuertes precipitaciones que han provocando inundaciones en varios lugares y cortó caminos vecinales en numerosas áreas. El tránsito vehicular es prácticamente imposible y la situación también perjudica a las actividades escolares.

Desde diciembre hasta ayer en el Chaco Central se produjeron entre 800 y 900 mm de lluvias; que varía según las zonas. El volumen es similar al histórico de un año en la región. 

En la región de Loma Plata, Cruce Boquerón y Cruce Pioneros se acumularon grandes masas de agua, como entre la Ruta Transchaco, el asfaltado de acceso a Loma Plata, de la Línea Sur y otros terraplenes, cuyos diseños de alcantarillado resultan insuficientes por la gran cantidad de agua. 

En otras zonas, como en Línea 32 (sur de Boquerón, Pilcomayo), pobladores lamentan el mal estado de varios caminos, que deben ser arreglados en tiempos de sequía para aguantar después. 

Máquinas de los gobiernos locales trabajan en varios frentes donde es posible, para recuperar arterias vecinales y otras calles.

Las cooperativas locales intentan mantener sus redes viales, que alcanzan más de 5.000 kilómetros, para que la producción pueda seguir, sobre todo el acopio diario de la leche de los tambos.

En medio de todo, familias indígenas de Laguna Negra y Campo Loa vienen con sus tractores comunitarios para vender sandías y melones bajo lluvia.