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Once hijos, 37 nietos, 58 bisnietos y dos tataranietos organizaron una gran fiesta en homenaje a la abuela Margarita, quien sonreía y bendecía con dulzura a sus invitados.
De joven se dedicó a la fabricación de sombrero piri, artesanía que identifica a esta comunidad, así como a la crianza de los hijos que tuvo con su esposo Del Rosario Vidal Cuevas (+), excombatiente de la Guerra del Chaco (1932-1935). Caracterizada por su sencillez, humildad y honestidad, sus hijos manifestaron que el mejor legado que recibieron de la agasajada fue aprender a servir a la gente sin hacer diferencias de ningún tipo.
Con 102 años, Margarita muestra mucho vigor, amor y simpatía. Actualmente vive con sus hijas Blanca y Amelia, además de su nieta Delicia, quienes se dedican a ella retribuyendo el amor que les prodigó y les entrega diariamente.
“Ella nos enseñó a compartir en familia y a ser sencillos. Nos llevó por el buen camino”, expresó Delicia.
La alimentación sana, disciplina en cuanto a horas de sueño, así como una vida tranquila forman parte del “secreto” de doña Margarita para llegar a la longevidad, aseguraron sus hijos.