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YATAITY DEL NORTE, San Pedro (Sergio Escobar Rober, corresponsal). Los escueleros son niños indígenas de la etnia avá guaraní, cuya comunidad está asentada en este distrito, ubicado a unos 190 km de Asunción.
Los tres profesores asignados enseñan plurigrado (del 1º al 4º) y todo el material disponible para impartir enseñanza son una pizarra, una esponja borrador y tizas.
El líder de la comunidad, César dos Santos, comentó que fueron ya reiterados los pedidos de asistencia al Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), a la surpervisión del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) de la zona, a la Municipalidad y a la Gobernación de San Pedro para mejorar las condiciones educativas. Pero la respuesta siempre es la misma: el desinterés.
Para estos 56 estudiantes, nunca llegaron los kits con útiles del MEC; tampoco el almuerzo escolar u otro programa del Fondo Nacional del Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), refirió el líder de los avá guaraní de la comunidad La Paloma, César dos Santos.
Sin caminos
El dirigente refirió que el otro hecho sumamente preocupante para los nativos es la falta de apertura de caminos que les permitan la libre circulación por la zona.
Actualmente, la comunidad está en medio de establecimientos agroganaderos, y en ocasiones los dueños les prohíben transitar por sus propiedades.
Tanto la comunidad de La Paloma como la vecina Virgen del Carmen, habitadas por los mbyá guaraní, están ubicadas a orillas del arroyo Tapiracuái. Están asentadas unas 42 familias que se dedican a la agricultura, cría de animales menores y ganado vacuno. Ambas fueron habilitadas hace tres años por las autoridades del Indi.
“Reclamamos, pero lamentablemente a nadie le importa nuestra realidad. Por lo menos pedimos que gestionen la apertura de un camino y la construcción de la escuela, que en estos momentos funciona a la intemperie”, expresó el líder de la comunidad.