En repetidas ocasiones los visitantes de la playa expresaron sus quejas por el trato que reciben de parte de los guardias municipales encargados de la seguridad en la zona de la playa San José. Estos tienen a su cargo vigilar y actuar en apoyo de los guardavidas y funcionarios de la policía municipal ambiental, que controlan el cumplimiento de normas como no ingresar con objetos de vidrio o punzantes a las playas, no producir basura, entre otras.
En ocasiones, según las quejas, estos funcionarios se extralimitan y asumen actitudes que generan rechazo, que también tienen que ver con el aspecto mismo de los guardias ataviados con uniformes paramilitares, chalecos, guantes tácticos y enormes bastones cruzados a la cintura. Esto es más propio de una unidad de élite destinada a operaciones de choque con grupos belicosos antes que destinado a brindar seguridad y garantías a pacíficos veraneantes de la temporada.
El administrador de la playa San José, Sergio Godoy, admitió que el aspecto que ofrecen los guardias de seguridad puede resultar chocante para mucha gente, y adelantó que para 10 días a más tardar serán dotados de un pantalón de color oscuro y una chomba de color claro, más acorde con la temporada veraniega y la función que deben desempeñar.
El cuerpo de seguridad de la playa San José está integrado por 10 efectivos, que en años anteriores conformaban un grupo de guardias privados conocido como “Fuerza Delta”, que cumplía servicios para los contratistas que tenían a su cargo la explotación comercial de la playa. En su momento, estos guardias habían generado numerosas quejas por la violencia que solían ejercer con las personas que no obedecían las reglas, como salir del agua cuando se les ordenaba o salir del límite destinado a bañistas.
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Según Godoy, de los 18 hombres que integraban aquel grupo, luego de un curso de capacitación y proceso de selección, quedaron 10, que fueron contratados por la Comuna y son los que ahora lucirán más amigables para los turistas.