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La precaria red vial que sufre el impacto de las lluvias y la riada dejó aisladas a varias poblaciones y obligó al traslado de centenares de familias ribereñas. Igualmente, el fenómeno climático impacta negativamente en el sector productivo.
En Pilar las lluvias registradas en la mañana de ayer anegaron nuevamente los sectores bajos. El barrio más afectado por las precipitaciones es Ytororó, cuyos habitantes también sufren por el desborde del arroyo San Lorenzo.
En la mañana de ayer, 30 familias fueron trasladadas a las instalaciones de la Universidad Nacional de Pilar (UNI), donde permanecerán hasta que las condiciones climáticas permitan el regreso a sus casas.
Los damnificados lamentaron haber perdido gran parte de sus pertenencias, ya que de manera sorpresiva el agua de lluvia invadió las casas. En el sector norte de la ciudad, varias familias debieron abandonar sus viviendas, se reubicaron en el polideportivo municipal y en casas de familiares y vecinos.
Las familias evacuadas recibirán asistencia alimentaria a través de ollas populares, organizadas por la municipalidad.