Obispo insta a evitar impunidad de casos de corrupción denunciados

Monseñor Gabriel Escobar, obispo del Vicariato Apostólico del Chaco, afirmó que no basta con solo denunciar la corrupción en las instituciones del Estado, sino que se debe llegar al fondo y evitar la impunidad. Fue durante la homilía del primer día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé.

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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Monseñor Gabriel Escobar expresó que “alegra cuando en nuestros pueblos y ciudades vemos que soplan nuevos vientos de cambio para vencer la injusticia, la corrupción en todos los niveles, para frenar la deforestación o contaminación de nuestros ríos. Abogó porque todos estos nuevos signos y aires de esperanza, de purificación, de renovación lleguen a todos los niveles y poderes del Estado.

Fue tajante al afirmar que no basta con denunciar los hechos de corrupción, hacer una caza de brujas o que luego queden en el oparei, sino que se debe llegar al fondo de los hechos irregulares y finalmente evitar que haya impunidad. Sostuvo que eso implica lucha, trabajo y esfuerzo, coherencia, testimonio de vida.

En otro momento, el prelado manifestó que el reino de los cielos no es de los avivados, ni de los “pokãre (ladrones)” ni de los manguruyuses que se aprovechan de los pobres, tampoco es de los prepotentes o aquellos que quieren figurar, sino de los esforzados.

El obispo refirió que la inmensa mayoría de las personas no luchan por “ser” sino por “tener” algo, no se apasionan por llenar sus almas sino por ocupar un puesto de importancia para aparentar sin ser. Tal vez esta sea la razón por la que en el mundo hay tantas marionetas y tan pocas personas. Estas marionetas que se dejan manipular vendiendo sus conciencias pierden de esa manera todo lo que tienen, incluso sus valores por el hecho de solo querer tener y no ser, indicó.

Finalmente alentó a los que a pesar de todo siguen trabajando y esforzándose para construir un país mejor. “Cuántos hermanos nuestros están haciendo patria, en lugares inhóspitos del país haciendo bien su trabajo, donde muchas veces no son valorados y mucho menos escuchados en sus clamores; pueblos indígenas, campesinos sin tierra y de los compatriotas que necesitan ser escuchados”, concluyó.

Al mediodía se realizó el tradicional rezo del Ángelus en el templete de la Basílica Menor. Previamente, se realizó la procesión de imagen de la Virgen de Caacupé desde la capilla del Tupãsy Ykua hasta el santuario, que fue acompañada por muchos devotos.

El cura rector de la Basílica, presbítero Arnaldo Godoy, fue el encargado de guiar la emotiva oración del Ángelus.

Durante su reflexión, el religioso pidió orar para que la fiesta mariana genere alivio a los corazones afligidos y necesitados de misericordia y paz. También instó a practicar la solidaridad y el amor entre hermanos.

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