Ojeda dijo que una vez que el nivel del agua recupere su normalidad, los damnificados retornarán a sus hogares. Añadió que se tiene que evaluar la situación de los caminos, el transporte, los cuidados de la salud de la gente a fin de prevenir epidemias y otras enfermedades características del problema ambiental.
En Ñeembucú hay más de 1.000 familias damnificadas en distritos como Cerrito, Mayor Martínez, General Díaz, Humaitá, Villa Oliva, Villa Franca y Alberdi.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP)- Regional Ñeembucú- evaluó cuantiosos daños por la mortandad de más de 1.000 cabezas de ganado vacuno. Los ejemplares quedaron atrapados en los esterales, a raíz de la crecida de los ríos Paraná y Paraguay.
