AYOLAS, Dpto. de Misiones (Miguel Ángel Rodríguez, corresponsal). En Ituzaingó, ciudad de la provincia de Corrientes (Argentina), desde hace diez años se implementa la “pesca con devolución”. La actividad se constituye en un importante rubro turístico que atrae a miles de visitantes provenientes de diferentes puntos del vecino país, así como del Brasil.
La iniciativa genera un movimiento económico muy significativo en la comunidad durante todo el año. También tiene como objetivo crear conciencia sobre la depredación de la fauna ictícola, que se viene produciendo en el río Paraná en los últimos años.
Si bien en esa localidad la atracción principal es la pesca del surubí, en julio la Dirección de Recursos Naturales de la Provincia, que es la encargada de proteger la población de las distintas especies ictícolas, aplica la Ley 1754/75 “Que prohíbe la pesca extractiva del dorado con fines comerciales. La normativa permite la pesca deportiva y cada participante podrá extraer solo tres ejemplares por día.
Este tipo de reglamento hace falta en nuestro país para poder regular la “pesca extractiva” de las especies ictícolas en general y en especial del dorado y del surubí.
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El encargado de la Secretaría de Turismo de Ituzaingó, Marcos Pintos, señaló que la implementación de la ley hace que la ciudad sea un destino interesante para los amantes de la actividad pesquera. “El movimiento que genera este plan es impresionante en todos los sectores, como hotelería, comercio y para los baqueanos (persona conocedora de la zona) que guían al visitante hacia los sectores donde pueden lograr una buena pesca.
“Para tener una idea, un baqueano en una salida con un turista que desee pescar puede ganar hasta 900 pesos (G. 252.000 aproximadamente al cambio actual). Varios prefieren trabajar de guía en vez de pescar”, indicó Pintos.
Agregó que la implementación de la “pesca con devolución” también sirvió para crear conciencia acerca de la depredación que ocurre en el río Paraná, pero que todavía existen grupos que se resisten a abandonar este tipo de actividades que hace daño a la fauna ictícola y a comunidades que dependen mucho del turismo.
No hay pescaderías
El encargado de la oficina de Flora y Fauna de Ituzaingó, Armando Ortiz, señaló que en la ciudad no existen locales donde se comercialicen pescados porque está prohibido por ley. Los sitios de venta que ofrezcan este producto solamente pueden ofertar ejemplares criados en estanques construidos con fines comerciales.
Las personas descubiertas vendiendo piezas fuera de las normas establecidas son demoradas.
