Con pancartas y cánticos, los lugareños realizaron una manifestación por la avenida San José, en las inmediaciones del templo del mismo nombre, como forma de respaldo al religioso. Expresaron consignas tales como “Venceremos a Satanás” y “La Iglesia unida jamás será vencida”, entre otras.
Según los antecedentes, la víctima del supuesto acoso de parte del padre Olmedo comunicó el hecho al obispo Dionisio Echagüe y después al monseñor Edmundo
Valenzuela. Este último pidió a la mujer que ore por el presunto victimario.
El párroco reconoció en un momento dado que manoseó a la joven que lo denunció por acoso.
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“Sí, le toqué, sí, pero no había ninguna intención de... de alguna manera... hacer algo”, expresó Olmedo. Seguidamente, insistió en que solo “fue un abrazo”.
Después de que este caso saliera a la luz pública, aparecieron al menos tres denuncias similares contra el religioso, pero hasta el momento se desconocen mayores datos, puesto que las víctimas prefieren mantenerse en el anonimato al no contar con el apoyo de sus respectivas familias para encaminar una denuncia formal.
Recién dos meses después de las quejas, y ante la difusión de estas en los medios de prensa, la Iglesia resolvió apartar al cuestionado sacerdote a pesar de que mucho antes el monseñor Valenzuela ya estaba en conocimiento de los antecedentes del padre Olmedo.