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VILLARRICA (Carlos Ávalos, corresponsal). Unas 5.000 personas provenientes de diferentes comunidades de los departamentos del Guairá y Caazapá participaron ayer de la celebración de la misa y toma de posesión canónica de monseñor Adalberto Martínez Flores. También estuvieron presentes el nuncio apostólico, monseñor Eliseo Antonio Ariotti, y todos los obispos del Paraguay.
El nuevo obispo de la diócesis de Villarrica, monseñor Adalberto Martínez, dijo que sin duda los niños, adolescentes y las personas vulnerables son los privilegiados de Dios, “y como Iglesia no siempre hemos sido fieles al mandato del Señor, a cuidarlos, protegerlos y nos duele y avergüenza los escándalos de abusos sexuales cometidos dentro del mismo seno de la Iglesia. No será suficiente solamente el perdón para reparar el daño causado a las víctimas, porque hay terribles heridas que no sanan”, indicó.
Comentó que el papa Francisco pide compromiso para garantizar la protección de los menores y adultos en situación de vulnerabilidad. “Todos como Iglesia y familias debemos involucrarnos en ese compromiso de defensa y protección”, señaló.
Indicó que la Iglesia declara que la familia es patrimonio de la humanidad, una institución fundamental para la Iglesia y la sociedad porque allí se aprende a amar, a rezar y vivir en comunidad.
Monseñor Martínez también expresó sus condolencias y cercanía espiritual con los familiares del suboficial de la Policía Nacional, Hugo Fariña, quien junto a su esposa embarazada y dos hijos menores fueron asesinados brutalmente hace algunos días en el barrio San Miguel de Villarrica. “La sangre derramada de esta familia clama cielo y pide justicia, condenamos y repudiamos con firmeza este horrendo crimen que enluta la comunidad”, dijo.