PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Varias comunidades de Ñeembucú, en especial de zonas rurales, sortean desde los últimos meses múltiples penurias debido a las inundaciones. Algunos productores sufrieron la pérdida total de sus cultivos agrícolas incluso quedando sin terreno seco para sobrevivir.
Las lluvias que azotaron ayer la zona agravaron la situación porque la mortandad de los animales podría multiplicarse y afectará a los pequeños productores pecuarios, que no cuentan con los recursos para alquilar campos en otros departamentos. La única alternativa es la venta de los vacunos que se hace con mucha dificultad debido al desastroso estado de los caminos. Al prolongarse la emergencia, también se incrementa el número de afectados por lo que se requiere mayor asistencia en alimentos.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) entregó un aporte de G. 1.600 millones al Consejo de Intendentes del Ñeembucú. La distribución para cada municipio fue de G. 100 millones, recursos que deberán ser destinados para la emergencia.
El intendente de San Juan de Ñeembucú, Marcial Torres (PLRA), señaló que las necesidades son muchas, pero la prioridad se centra en alimentos, considerando la pérdida total de los cultivos de consumo. Resaltó que aproximadamente el 80 por ciento de la superficie de su distrito está anegada por las aguas.
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Añadió que la situación que viven los pobladores de la zona es desesperante, sin caminos y la producción devastada.
