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La costumbre se transmitió de generación en generación y se conserva hasta la actualidad. En esta ciudad, familias enteras se dedican a elaborar hermosas prendas, muy apreciadas por propios y extraños. Se estima que alrededor de 2.200 personas se dedican a esta actividad, constituyéndose en una importante fuente laboral para parte de la población.
En todos los rincones, bajo techo de paja o una moderna construcción, se ofrece en venta una prenda de ao po’i. En Yataity también se combinan tradición y modernidad mediante la industrialización.