El informe del gremio pecuario señala que, según reportes divulgados con base en datos de la Secretaría de Emergencia Nacional y de las gobernaciones, aproximadamente el 80 por ciento de la producción agrícola del departamento de Ñeembucú resultó destruida por las inundaciones.
Estancieros afectados informaron que la mayor parte de los establecimientos de las zonas comprometidas están anegados a causa del aumento del nivel de ríos, arroyos y lagunas, lo que ha forzado a realizar varios trayectos a pie o en canoa, por la imposibilidad de utilizar medios de transporte automotor.
“La situación es casi parecida a la inundación de 1983, que causó muchísimas pérdidas a la ganadería”, manifestó Guillermo Sisul, presidente de la regional Ñeembucú de la ARP, al referirse a la situación vivida.
“La lluvia de ayer (en referencia al martes último) fue como el golpe final, lo cual hizo que se declarara estado de emergencia. Hasta los montes están bajo agua”, expresó.
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