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CAPIATÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal). El viernes se conmemoró el Día Mundial de los Cuidados Paliativos y para recordar la fecha en el auditorio del Instituto Nacional del Cáncer (Incan) se llevó a cabo un acto con la presencia de representantes diplomáticos.
Estuvieron presentes el embajador de Gran Bretaña, Jeremy Hobbs, y su esposa Eréndira Hobbs, la doctora paliativista Tania Pastrana, colombiana; representantes de la Unión Europea, de las embajadas de Francia y de México. Así mismo, del director del Hospital, Dr. Julio Rolón, y el exdirector Dr. Emigdio Idoyaga, entre otros.
La doctora Pastrana dijo que entre los cuatro componentes del control del cáncer se encuentran los cuidados paliativos, que es un modelo de atención que mejora la calidad de vida de pacientes con pronóstico letal. Es por medio de la prevención y el control del sufrimiento, y que el Estado y los profesionales del área tienen la obligación ética de implementarlos.
La especialista describió un panorama de gran demanda de cuidados paliativos y cobertura insuficiente en América Latina. Detalló que Paraguay no tiene cuidados paliativos pediátricos.
Señaló que la última estadística muestra que 3.700 personas mueren de cáncer en nuestro país, de las cuales 3.000 necesitaban cuidados paliativos.
“Los gobiernos y los profesionales de salud tenemos el compromiso ético de proveer cuidados paliativos a personas que lo necesiten”, resaltó. Explicó que de las 40 millones de personas que hoy precisan de cuidados paliativos en el mundo, 34 por ciento tiene cáncer.
Luego de la charla se inauguraron mejoras realizadas en el área de Cuidados Paliativos, mediante el apoyo de la Embajada británica, que hizo entrega de una donación por G. 20 millones, en medicamentos y artículos de uso personal. Asimismo, sumó su aporte la empresa Inverfin con 11 ventiladores y dos heladeras para el uso de los pacientes.
La Embajada recaudó las donaciones durante la semana británica en el evento de caridad “Tómate un té (a cup of tea) por cuidados paliativos”, organizada por la esposa del embajador Británico, Eréndira Hobbs. También por la venta de galletitas en la actividad “Calle Cultura”.