Usan escalera por la falta de salida rápida en Ruta 3

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Vecinos del barrio Arecayá de Mariano Roque Alonso se quedaron sin salida rápida tras el ensanchamiento de la ruta 3 Gral. Aquino. Se ven obligados a usar una escalera de madera para poder acceder a la vía para llegar a una parada de ómnibus o cruzar de un lado a otro.

MARIANO ROQUE ALONSO (Rocío Portillo, corresponsal). La queja de los pobladores del barrio Arecayá es que utilizan la escalera de madera cada vez que necesitan abordar el colectivo o cruzar al otro lado para ir a la iglesia o a la escuela. El mismo procedimiento realizan para regresar a sus casas, pero desde el otro extremo de la ruta 3.

Tras la realización de las obras de ensanchamiento de la ruta 3 Gral. Elizardo Aquino se quedaron sin una salida rápida.

“Lo más preocupante es que este método es utilizado por embarazadas, mujeres con niños pequeños en brazos, además de ancianos. En el lugar no hay iluminación, muchas veces las motociclistas y automovilistas conducen sus vehículos con las luces apagadas, lo que en horas de la noche torna aún más peligrosa la ruta”, indicó Vidal Pérez, poblador.

El lugar por donde deben salir los vecinos servirá como calle colectora o para los ómnibus. Eso representará un gran peligro al momento de intentar transitar por el lugar y para desplazarse al otro sector de la calle.

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Hace una semana, el Ministerio de Obras Públicas emitió un comunicado y aseguró que en veinte días serán construidos puentes peatonales en Arecayá y otras zonas con el mismo problema.

Las obras de ampliación de la Ruta 3, en el tramo Mariano Roque Alonso-Limpio, están a cargo del Consorcio D-R, integrado por las empresas CDD Construcciones Benito Roggio & Hijos y representado por César Daniel Delgado.

Contrato

El contrato para el inicio de los trabajos fue firmado el 24 de octubre de 2014 por G. 182.999 millones. La orden de inicio de obras fue dada el 5 enero de 2015, con un plazo de 26 meses, pero las tareas se iniciaron con dos meses de atraso por errores de diseño. 

El trabajo estuvo a cargo del consorcio Oting, del ingeniero Julio Álvarez, que diseñó también la criticada Avenida “Ñu Guasu”.

Durante el avance de los trabajos, el monto inicial sufrió un incremento de G. 36.567 millones. Aumentó 19,9%, casi el tope del 20% permitido por la Ley de Contrataciones Públicas. El precio final quedó en G. 219.566 millones.