Arde Catedral de París y, con ella, siglos de historia

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Las llamas arrasaron ayer con la emblemática Catedral de Notre Dame de París, el monumento histórico más visitado de Europa, sumiendo a la capital francesa en total tristeza. El mundo observó conmocionado la pérdida de este patrimonio. Francia anunció su reconstrucción.

PARÍS (AFP). El fuego se propagó rápidamente a toda la estructura superior del edificio de Notre Dame (Nuestra Señora) de casi mil años de antigüedad, provocando el derrumbe de su simbólica aguja.

Inmensas llamas devoraron parte del techo del monumento gótico de la Edad Media, emitiendo un espeso humo amarillento que se propagaba a varios kilómetros a la ronda.

Parisinos y turistas extranjeros observaron con horror el desplome de la emblemática aguja. Con su caída desapareció una parte de la historia de la Ciudad Luz.

Se desconoce el origen del fuego, en una zona del tejado que estaba siendo remodelada.

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Solo quedaron en pie la fachada y las dos torres principales.

Entre las piezas que no pudieron ser rescatadas ayer están los tres órganos, elementos fundamentales de la liturgia. El mayor de todos, con cinco teclados y cerca de 8.000 tubos, se considera uno de los más célebres del mundo.

Sí que se pudo salvar lo que se conoce como el Tesoro de Notre Dame, entre el que está la túnica de lino del rey San Luis, del siglo XIII.

La basílica no solo es en sí una de las grandes joyas de la arquitectura gótica, sino que ha inspirado a escritores y artistas durante sus ocho siglos y medio de historia.

El creador que probablemente más contribuyó a consagrarla como uno de los símbolos de la capital francesa es Víctor Hugo con su libro “Notre Dame de París” (1831), que dignificó el edificio más allá de su dimensión religiosa, que la había puesto en peligro durante la fase más convulsa de la Revolución Francesa.

Resistió a Hitler

Víctor Hugo, en particular con su personaje del jorobado, ha inmortalizado el perfil de una catedral que fue escenario de múltiples adaptaciones cinematográficas de esa obra literaria, incluso por la “fábrica de los sueños” de Disney.

La magnificencia del interior del edificio también quedó en la memoria colectiva gracias a los pinceles de Jacques Louis David, que pintó en grandes dimensiones “La consagración de Napoleón”.

David servía así la ambición de Napoleón que había conseguido tomar el control de las riendas de la Revolución Francesa y escenificó su poder haciéndose coronar allí en 1804.

Medio siglo más tarde, el arquitecto Eugène Viollet le Duc se encargó en 1859 de la reconstrucción de la aguja de Notre Dame, que había quedado varias veces destruida a lo largo de la historia, y que también fue pasto de las llamas de ayer.

Resistió a Adolf Hitller en la II Guerra Mundial. Su voluntad era destruir a París, incluida Notre Dame. “Si Berlín no puede ser la capital cultural del mundo y es reducida a cenizas, París también lo será”, según la explicación del Gral. Von Choltitz, comandante en jefe de las fuerzas del Tercer Reich.

Reconstrucción del tesoro de Francia

Los bomberos de París luchaban contrarreloj para tratar de salvar la emblemática catedral de París del incendio que ya derribó la aguja. Por el momento consiguieron “preservar” la estructura. Era la noticia que toda la ciudad esperaba, con el corazón en la mano.

“Reconstruiremos Notre Dame”, prometió el presidente francés, Emmanuel Macron. Anunció que se lanzará una campaña de recolección de fondos, tanto en Francia como en el extranjero, para el proyecto.