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Esta imputación en la causa por el “Petrolão” representa un duro golpe para Lula, pero también para la expresidenta Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores (PT).
Agentes de la Policía Federal apresaron a Mantega este jueves por la mañana en un hospital de San Pablo donde está internada su esposa, enferma de cáncer.
Pero horas más tarde de la detención, el juez Moro ordenó que Mantega fuera dejado en libertad debido al delicado estado de salud de su mujer.
El extitular de Hacienda está sospechado de haber pedido dinero para las campañas presidenciales del PT al empresario Eike Batista, que obtuvo contratos millonarios con Petrobras.
Mantega se convirtió ayer en otro de los exministros de los gobiernos Lula y Rousseff envueltos en el escándalo de sobornos, contratos amañados y tráfico de influencias conocido como el “Petrolão”.
Moro abrió un proceso contra Lula al recibir una denuncia de la Fiscalía que definió al exmandatario como el “comandante” de las maniobras dolosas en la petrolera. Y fue precisamente en el marco de la causa “Lava Jato” que el empresario Batista denunció que Mantega le recomendó “aportar” para las campañas del PT.
Según Batista, el exministro le solicitó en 2012 el pago de unos 2 millones de dólares para los responsables del marketing de las campañas presidenciales de Rousseff y Lula.