SÃO PAULO, LIMA, QUITO (EFE, AFP, ANSA). Las protestas en la localidad de Pacaraima se iniciaron a partir de la agresión a un comerciante local, presuntamente a manos de un grupo de venezolanos, que, al parecer, intentaron asaltarlo cuando estaba en su casa con su familia, según autoridades.
La ola de violencia ya ha provocado que al menos 1.200 venezolanos hayan decidido recoger sus pertenencias y abandonar Brasil para poner rumbo al lugar del que se fueron, según confirmó el Ejército brasileño.
Vecinos de esta pequeña localidad de 12.000 habitantes, en el empobrecido estado de Roraima (norte), expulsaron a venezolanos de las tiendas de campaña donde sobreviven y prendieron fuego a los objetos que dejaron atrás.
También cortaron durante cinco horas la principal vía de acceso al municipio a grito de “fuera venezolanos”, según videos divulgados por redes sociales.
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“Las autoridades no se están tomando en serio la situación”, denunció el alcalde de Pacaraima, Juliano Torquato.
“Tenemos todos los servicios públicos saturados. Estamos sobreviviendo en una realidad y no sé cómo (...) Estamos con nuestros recursos a cero, vamos a entrar en colapso”, añadió.
Reunión de crisis
Por su parte, el presidente brasileño, Michel Temer, se reunió ayer con varios de sus ministros para tratar el asunto.
El Ministerio de Seguridad informó que enviará efectivos extras de la Fuerza Nacional a Pacaraima.
El presidente de la influyente OAB (Orden de Abogados del Brasil), Claudio Lamachia, subrayó que “lo que era una cuestión humanitaria ahora tiene una fuerte connotación de seguridad”, por eso, los estados brasileños “necesitan organizarse para recibir a los venezolanos y dar un ejemplo al mundo de democracia y solidaridad”.
Éxodo masivo
Brasil es uno de los países que recibe a los más de 2 millones de venezolanos que han huido de su patria por la pobreza o la persecución política que el chavismo ha desencadenado en el país.
La gran mayoría de los venezolanos que cruzan al Brasil lo han hecho por Boa Vista, la capital de Roraima, donde se encuentran casi todos los campos de refugiados, montados con ayuda de la ONU, y se estima que hay unos 25.000, muchos de ellos en condiciones muy precarias.
Aún así el drama del éxodo venezolano afecta más gravemente a otros países latinoamericanos, como Colombia, Ecuador y Perú.
Colombia, el más afectado
Alrededor de 870.000 venezolanos están en Colombia, informó el director general de Migración del país, Christian Krüger Sarmiento, según publica el sitio Infobae.
“El funcionario aseguró que de los 870.000, unos 382.000 están legalmente, un poco más de 442.000 están en etapa de regularización, mientras que cerca de 46.000 están de forma irregular”.
Ecuador intenta controlar
El ministro ecuatoriano del Interior, Mauro Toscanini, por su parte defendió la decisión de solicitar pasaporte a los ciudadanos venezolanos para entrar en Ecuador, para encarar la crisis.
“Hemos sido sumamente generosos con los venezolanos. En este momento han llegado cientos de miles”, dijo Toscanini.
Según explicó, “250.000 se han quedado aproximadamente, pero han llegado aproximadamente un millón. Muchos se quedan seis meses. Hay que controlarlos de alguna manera”, recalcó.
Tras la solicitud de pasaportes a los venezolanos, varios de ellos, varados en la frontera entre Ecuador y Colombia, por falta de ese documento, piden una “ruta humanitaria” para avanzar hacia Perú.
Perú busca regular
Pero, precisamente, Perú también busca mecanismos para controlar la llegada masiva de refugiados venezolanos.
Ayer modificó la fecha hasta la que los venezolanos que ingresen al Perú podrán solicitar permiso temporal de permanencia.
“Solo los venezolanos que ingresen al Perú hasta el 31 de octubre podrán presentar la solicitud de Permiso Temporal de Permanencia (PTP)”, indica un decreto.
Y, el plazo para presentar la solicitud se reduce al 31 de diciembre, en lugar del 30 de junio del próximo año, que establecía una norma anterior.
Según datos de la agencia para refugiados de la ONU, en Perú hay unos 350.000 venezolanos; 100.000 han presentado solicitud de asilo, mientras siguen entrando unos 2.000 venezolanos al día.
El “indignado” chavismo
El régimen chavista gobierna Venezuela desde hace casi dos décadas, gobernando durante el periodo en que el país recibió los mayores ingresos por la venta de su petróleo, en toda su historia.
Esa monumental riqueza fue dilapidada por el chavismo por el clientelismo político y la corrupción de sus miembros.
Al tiempo que impuso un régimen dictatorial, con el apoyo de la última tiranía de la Guerra Fría en América, la dictadura castrista de Cuba.
Ante todo este drama humanitario, originado por el propio régimen chavista, estos han manifestado su “indignación” por lo sucedido en Pacaraima.
La Cancillería venezolana expresó su “preocupación” por los “desalojos masivos de nuestros connacionales, hecho que violenta normas de derecho internacional, además de vulnerar sus derechos humanos”.