SÃO PAULO (EFE). Bolsonaro y Haddad son líderes con un 28% y un 16% de los apoyos, respectivamente, según el más reciente sondeo de intención de votos para los comicios del domingo 7 de octubre, que es cuando se cumpliría la primera ronda. El balotaje está marcado para el domingo 28.
Bolsonaro continúa internado en un hospital de São Paulo mientras se recupera de las graves lesiones en el aparato intestinal que le causó el apuñalamiento.
Mientras que Haddad sigue con su misión de intentar absorber el casi 40% de las intenciones de voto que tenía Lula, en prisión desde abril pasado, antes de que la Justicia Electoral vetara su candidatura tras ser condenado en segunda instancia.
El laborista Ciro Gomes, el socialdemócrata Geraldo Alckmin y la ecologista Marina Silva batallan en la distancia a fin de romper esa incipiente polarización entre Bolsonaro, un capitán en la reserva del Ejército y el “heredero ” de Lula, preso por corrupción e inhabilitado por la Justicia, y para ello, han pasado a la ofensiva.
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De los tres, el que más se acerca para la eventual segunda vuelta del 28 de octubre es Gomes, quien con un 13% de las simpatías lucha con Haddad, abanderado por el Partido de los Trabajadores (PT), por hacerse con los votos del centro-izquierda.
No fue casualidad que ambos coincidieran el fin de semana en el empobrecido nordeste de Brasil, una región clave para los candidatos del campo progresista.
Gomes dice de Haddad que sería un presidente “débil”, pero también carga contra Bolsonaro, a quien comparó varias veces con Adolf Hitler.
Alckmin prefiere la propaganda electoral gratuita en TV para atacar directamente a Bolsonaro con anuncios en los que rescata algunas de sus polémicas declaraciones machistas, homofóbicas y racistas.
Bolsonaro tildó de “cobarde” la estrategia del exgobernador de São Paulo.
Marina Silva, tercera más votada en las elecciones de 2010 y 2014, entró con una acción este fin de semana en el Tribunal Superior Electoral para que la campaña del ultraconservador “sea investigada por el ataque cibernético” a un grupo de Facebook denominado “Mujeres contra Bolsonaro”, el cual llegó a contar con 2,5 millones de seguidores.
“Los actos son graves por violar los derechos constitucionales de libertad de pensamiento y expresión”, escribió en redes sociales la ambientalista, quien vio menguar su porcentaje de apoyos en los más recientes sondeos.
Mientras sus adversarios cargan contra él, Bolsonaro ha dirigido sus últimos mensajes al mercado financiero y a los empresarios, a los que hoy prometió que reducirá el número de ministerios y “extinguirá” y “privatizará gran parte” de las empresas estatales del país, si gana los comicios.
