Bukele asume en un El Salvador inseguro

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SAN SALVADOR (AFP). El empresario Nayib Bukele asume el sábado la presidencia de El Salvador con el desafío acuciante de atender la inseguridad causada por violentas pandillas que impulsan la migración, y alentar una economía dolarizada de lento crecimiento.

Bukele, de 37 años, llega al gobierno con un amplio respaldo, tras ganar los comicios del 3 de febrero con 53,1% de los votos, aunque deberá negociar con un Congreso dominado por la oposición para impulsar su agenda de trabajo. 

El político es un exalcalde de San Salvador cuyo triunfo en las presidenciales rompió con el bipartidismo imperante desde el fin de la guerra civil en 1992.

El nuevo gobierno deberá aumentar la recaudación fiscal para hacer frente a los pagos de una deuda externa que alcanza US$ 9.565,4 millones, sin afectar los programas sociales.

La delincuencia pandillera, señalada en encuestas como el principal problema del país, será uno de los mayores desafíos en su mandato de cinco años.

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El Salvador registró 3.340 homicidios en 2018, 15% menos que el año anterior, aunque su tasa de 51 muertes por cada 100.000 habitantes lo mantiene como uno de los países sin guerra más violentos del mundo.

Las autoridades atribuyen la mayoría de homicidios a las pandillas, que tienen unos 70.000 miembros, de los cuales casi 17.000 están encarcelados.

“Temas como el turismo, la inversión extranjera, inversión privada, o el agro no se pueden desarrollar si tenemos la delincuencia como la tenemos ahora”, dijo Bukele.

Esperanza

Pese a que la violencia pandillera y la falta de empleo ha empujado a miles de salvadoreños a emigrar a Estados Unidos, encuestas señalan que siete de cada 10 habitantes esperan que el país mejore con Bukele. 

El presidente entrante recibirá el país con una alarmante deuda externa y con una economía que en los últimos cinco años creció en promedio 2,4% anual, insuficiente, según los analistas, para cubrir la demanda de empleos. 

Tras cerrar 2018 con un déficit fiscal de 3% del PIB, según cifras oficiales, se estima que el mismo se eleve este años a 3,7%. 

Con 20.742 km² de extensión y 6,6 millones de habitantes, El Salvador depende en gran parte de las remesas enviadas por migrantes en el exterior, sobre todo Estados Unidos., que en 2018 sumaron US$ 5.468,7 millones, 16% del Productor Interno Bruto (PIB).