RCA. DOMINICANA (EFE). La V Cumbre de Celac arrancó ayer transformada en una virtual reunión de gobernantes del eje bolivariano.
Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Ecuador, Rafael Correa; Bolivia, Evo Morales; Cuba, Raúl Castro; Nicaragua, Daniel Ortega; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y R. Dominicana, Danilo Medina, como anfitrión, son los únicos gobernantes de la región que asistieron.
El interés de esta cita se ha centrado en el consabido espectáculo de los presidentes Correa y Maduro en medio de una agenda de actividades desordenada y de muy restringido acceso para los medios de comunicación.
Según el borrador, la Declaración Política de Punta Cana tiene muy pocos aspectos nuevos con relación a los documentos aprobados al final de las anteriores cumbres de la Celac.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El foro regional insta al diálogo en Venezuela, país que atraviesa una grave crisis política y económica; y pide a Estados Unidos el fin de las medidas contra ese país, además de condenar la criminalización de la migración irregular.
“Apoyamos el proceso de diálogo en la República Bolivariana de Venezuela” y “alentamos a las partes” a retomar las conversaciones de buena fe y con alto compromiso constructivo y con pleno apego al Estado de derecho, a los derechos humanos y la institucionalidad democrática”, dice el borrador.
Pero la solicitud del Gobierno venezolano de apoyar las conversaciones con miras a resolver la crisis despertó reservas entre varios países, entre ellos Paraguay, por lo que el debate sobre su inclusión en la declaración final duró varias horas.
El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, dijo que su país no iba a apoyar un pronunciamiento a favor del diálogo en Venezuela a menos que se le exigiera al Gobierno de Nicolás Maduro un “compromiso democrático”.
Las negociaciones entre el Gobierno chavista y la oposición entraron en diciembre en una “fase de revisión” porque ambas partes se acusaron de incumplir los acuerdos.
Sobre la Declaración de Punta Cana, sí llama la atención la falta de referencia concreta al nuevo escenario mundial y la posición de la Celac tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU.
El documento solo hace una breve referencia a su oposición a criminalizar la migración irregular, que puede entenderse que ha sido suscitada por las amenazas de Trump al respecto.
Tampoco hay una alusión a la delicada situación que afronta México ante las posiciones adoptadas por el Presidente estadounidense.
La Celac se refiere igualmente de forma vaga a su posición en contra de la corrupción, sin mencionar el escándalo de los sobornos de Odebrecht que ha afectado a varios de sus países miembros.
