Los hechos violentos, que Hugo Chávez dijo están propiciados por "grupúsculos" fascistas, dejaron al menos tres heridos de bala en el este de Caracas, donde soldados de la Guardia Nacional lanzaron granadas lacrimógenas y perdigones contra cientos de manifestantes que los enfrentaron con piedras, palos y botellas.

Las protestas contrastaron con las consignas y canciones de decenas de miles de "chavistas", que culminaron una marcha concentrados en la principal autopista de la capital.

El gobernante se unió a la manifestación y tras saludar a la masiva manifestación, sentenció: "No permitiremos intervención en los asuntos internos de Venezuela.

Debe saber el señor Bush que si se le ocurre la locura de bloquear o de tratar de bloquear a Venezuela o, peor aun para ellos, de invadir a Venezuela (...) ni una gota de petróleo les llegará desde Venezuela, ni una gota de petróleo más", dijo.

Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, es uno de los principales proveedores de petróleo a Estados Unidos con 1,5 millón de barriles diarios.

Chávez ha acusado al Gobierno estadounidense de inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela y de haber apoyado un fugaz golpe de Estado en su contra el 11 de abril del 2002. Washington ha respaldado el referendo y ha expresado preocupación por la alianza del gobernante con Cuba.

El mandatario reiteró sus acusaciones y dijo que ahora Bush apoya una nueva conspiración, atendiendo recomendaciones de sus asesores y de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA) que "le calientan la oreja" diciéndole que Chávez perdió apoyo popular y que la Fuerza Armada está en su contra.

"El muy pendejo se lo creyó", agregó. "Les pasó como el Chapulín Colorado, no contaban con el pueblo, no contaban con los soldados", dijo en referencia a que fue restablecido en el poder tras el fugaz golpe en medio de protestas populares a su favor y de la mano de tropas leales.

En los últimos tres días la oposición ha protestado en las calles con marchas y barricadas. La mayoría de las manifestaciones han sido replegadas con gases y perdigones. Dos personas murieron el viernes durante una marcha.

Las protestas continuaron el domingo en una zona residencial del este de Caracas -alrededor del bastión opositor Plaza Altamira- que quedó cubierta por el humo de los gases y de los incendios de las barricadas hechas con basura y cauchos, mientras helicópteros militares sobrevolaban a bajo nivel.

Un hombre recibió un balazo en la cabeza por pistoleros no identificados que irrumpieron en la manifestación en una moto; un camarógrafo de la televisora estadounidense Univisión fue impactado en un pie y un guardia en una mano por proyectiles que provinieron de la protesta, dijeron los bomberos.