Con la exploración espacial convertida en prioridad nacional, este año la potencia asiática acumulará una cifra récord de 20 misiones espaciales, en el marco de un programa que defiende tener fines exclusivamente civiles, ante sospechas de países como Estados Unidos de que persiga objetivos militares.
El programa espacial chino prevé lanzar al espacio en diciembre un nuevo modelo de cohete propulsor, el Kuaizhou-1. A diferencia de los cohetes propulsores convencionales chinos, los Larga Marcha, con los que el país ha llevado al espacio misiones tripuladas y de exploración lunar, entre muchas otras; el Kuaizhou-1 podrá ser enviado al cosmos desde plataformas móviles y necesita un tiempo de preparación menor.