Los cultivos crecieron 17%, hasta 171.000 hectáreas, y el potencial de producción de cocaína subió 31% respecto de 2016 a 1.379 toneladas, un récord desde que se iniciaron las mediciones en 2001.
La ONU alertó que las fronteras con Venezuela y Ecuador son las más impactadas. Al narcocultivo están vinculados 119.500 hogares colombianos.
El departamento más afectado sigue siendo Nariño, en el límite con Ecuador. Por ser un punto estratégico de salida de droga a EE.UU., esa zona es disputada por los rebeldes del ELN, narcotraficantes y disidencias de las FARC, la guerrilla comunista que el año pasado en papeles se desarmó y se transformó en partido.