En un debate organizado por la fundación acerca de la situación de la economía brasileña, los ponentes subrayaron la “incertidumbre” que atraviesa el país. A pesar de los buenos datos de la inflación, que conserva una previsión del 3,8% para 2019, para el segundo trimestre del año se mantiene un estimado de crecimiento económico del 0,4%.
La coordinadora del boletín macro del instituto brasileño de economía, Silvia Matos, explicó que existe una “desaceleración muy fuerte” de la industria en comparación a otros años, afectada por la reducción en la producción de mineral de hierro, un efecto directo de la tragedia ocurrida a comienzos del año en una mina de la empresa Vale en Brumadinho, Minas Gerais (sudeste) que dejó 245 muertos y 25 desaparecidos.
Según Matos, esa flaqueza de la industria repercute en otros sectores como servicios e intensifica la incertidumbre económica, que afecta a las inversiones.