BRASILIA (AFP). Tras la muerte del juez relator del caso, el Supremo Tribunal Federal (STF) designó sin pérdida de tiempo a otro magistrado que tratará las denuncias de autoridades con fuero presuntamente involucradas en el fraude a la estatal Petrobras.
La investigación “Lava Jato” (Lavadero de autos/Petrolão) descubrió que la constructora Odebrecht –implicada en la red de coimas– contaba con un sector denominado “Operaciones estructuradas”, que los investigadores del caso bautizaron “Departamento de sobornos”, y desde donde partían las donaciones para las campañas a cambio de leyes o de ventajas en licitaciones para la firma.
Cada político recibía un apodo, como “Babel” , “Cangrejo” , “Polo” o “Ferrari”, que funcionaba como un código a la hora de registrar informalmente las transacciones.
Esa operación judicial develó un sistema que drenó de Petrobras casi 2.000 millones de dólares. La justicia, decidida a llevar hasta el final el caso, ya metió a la cárcel a decenas de empresarios y políticos.
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Las delaciones de los exdirectivos –tras su validación por el STF– están ahora en manos de la Fiscalía General, que debe decidir si presenta nuevas denuncias. Pero las que conciernen a personas con fuero (miembros de los tres poderes) serán tratadas por el Supremo.
El expediente en esa instancia fue atribuido ayer al juez Edson Fachin, tras la muerte en un siniestro aéreo de Teori Zavascki, quien llevaba con mano firme la causa judicial.
Fachin fue confirmado por el Supremo como relator del “Lava Jato” y prometió actuar con “celeridad y transparencia”.
Precisamente, la transparencia es uno de los factores que contribuyeron con el fortalecimiento de la independencia del Poder Judicial.
El avance de las investigaciones en el “Petrolão” –como llama la prensa local al caso– desató fuertes tensiones con el Legislativo, donde hay casi doscientos parlamentarios bajo pesquisa, tras ser mencionados en las “delaciones premiadas”.
El contenido de esos testimonios está aún bajo sigilo judicial, pero las primeras filtraciones mencionan al presidente Michel Temer y a varios de sus ministros y aliados. Desde que asumió el cargo en 2016, ya perdió seis miembros de su gabinete, alcanzados directa o indirectamente por el escándalo.
Además, citan al nuevo presidente del Senado, Eunicio Oliveira; y de Diputados, Rodrigo Maia. El primero reemplazó al influyente Renan Calheiros, que enfrenta varias causas en el STF; y el segundo fue mencionado como supuesto receptor de “donaciones” de Odebrecht.