CURITIBA (AFP). La investigación podría dar ahora un salto cualitativo con las “confesiones premiadas” de 77 ejecutivos de la constructora. Éstos, en sus delaciones, habrían mencionado al propio presidente Michel Temer, a miembros de su gabinete y altos dirigentes de su partido, el Socialdemócrata de Brasil (PSDB), como también a la expresidenta Dilma Rousseff, según datos filtrados a la prensa brasileña.
La operación “Lava Jato” (Lavadero de autos/Petrolão) inició hace tres años como una investigación común sobre el mercado paralelo de cambio en una red de gasolineras. Por lo que nadie imaginó que luego se convertiría en la “bestia negra” de Brasil.
El caso llega a instancias decisivas gracias a la independencia de poderes en Brasil.
El fiscal Deltan Dallagnol (37), a cargo del caso de los sobornos multimillonarios en Petrobras, dijo que la delación de exejecutivos de la constructora Odebrecht duplicará la cantidad de personas bajo investigación, que ya son “centenares”.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El “Petrolão” corrió el velo a una red que drenó más de 2.000 millones de dólares y que, según la Fiscalía, causó un perjuicio de 13.200 millones de dólares.
Las acusaciones del fiscal Dallagnol y las sentencias del juez de primera instancia Sergio Moro desde 2014 pusieron a temblar a “intocables”. Hasta ahora a 259 personas, entre políticos y empresarios de la élite.
Tanto Moro como Dallagnol son cuestionados precisamente por los políticos por el supuesto recurso “abusivo” a las prisiones preventivas o por inducir a los detenidos a firmar acuerdos de colaboración. Una estrategia que aparentemente dio resultados.
Sin embargo, el proceso se vio sacudido por la muerte del juez de la Corte Suprema que conducía los procesos de políticos con fueros privilegiados y que se aprestaba a convalidar las “confesiones premiadas”.
La avioneta que trasladaba al magistrado Teori Zavaski se estrelló en las costas de Río de Janeiro, plantando dudas y sombras sobre el futuro del “Lava Jato” hasta que el Supremo Tribunal Federal (STF) decida quién asumirá la responsabilidad de seguir con la causa.
“Algunos tienden a pensar que habrá un antes y un después del ‘Lava Jato’. Las causas criminales no cambian a un país. Son capaces de condenar a algunas personas, recuperar el dinero desviado, pero si no se cambian las estructuras que llevan a la corrupción, todo seguirá igual”, advierte Dallagnol, a la espera de lo que decida el Tribunal Supremo sobre el caso.
