Los opositores confían en que las llamadas a desconocer al líder chavista Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, pueda provocar una ruptura, mientras que los chavistas ven a la FANB como un factor de estabilidad de su régimen.
Desde que el actual presidente interino venezolano, Juan Guaidó, asumió el 23 de enero, centenares de militares han desertado y se han exiliado en Colombia, informan las agencias EFE y AFP.
En febrero el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, aseguró que más de 100 miembros de la FANB han sido expulsados y degradados por haber desertado y cruzado la frontera hacia Colombia.
El martes, en Gaceta Oficial, se oficializó la degradación y expulsión de 27 oficiales y suboficiales de la FANB.
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Esta semana el Parlamento volvió a tratar de persuadir a los miembros del cuerpo castrense con un “Acuerdo para la incorporación, reinstitucionalización y fortalecimiento de la Fuerza Armada” en el que se garantiza a los militares que se rebelen contra la dictadura chavista, preservar “todos sus derechos”, tanto grados como condecoraciones.
“La ruptura en la FANB solo es posible medirla a partir de la manifestación de oficiales de comando. Yo puedo tener una amplia base de deserciones de tropa profesional, de tropa alistada, pero eso no habla de ruptura”, indicó Roció San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional.
Hasta el momento solo dos generales, ahora retirados, han reconocido la presidencia de Guaidó.
Maduro está rodeado de algunos de los militares del círculo íntimo del fallecido expresidente Hugo Chávez, quien dio a los militares amplio poder político y económico, asegurándose su lealtad, que hasta ahora continúa hacia el régimen.