WASHINGTON (ANSA, AFP, EFE, Reuters). “A partir de ahora, será solo Estados Unidos en primer lugar” , afirmó Donald Trump (70) en su discurso inaugural.
Antes y después de la investidura, centenares de manifestantes anti-Trump chocaron con la policía en el centro de Washington. Lanzaron proyectiles, rompieron vitrinas y fueron dispersados con gases lacrimógenos.
El republicano, que quiere deportar a millones de inmigrantes y construir un muro en los 3.200 km de frontera con México, también enumeró en su alocución “dos reglas simples: compre estadounidense y contrate estadounidenses”.
Luego, lamentó que EE.UU. “enriquezca a industrias extranjeras” y “subsidie ejércitos extranjeros” (...) Debemos proteger nuestras fronteras de los estragos de otros países que fabrican nuestros productos, roban a nuestras empresas, y destruyen nuestros empleos”, sostuvo.
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La victoria de Trump, que dejó atónito al planeta y es vista con inquietud incluso por sus aliados, está anclada sobre todo en los votos de una clase trabajadora blanca que desconfía de los políticos tradicionales y que siente que la globalización le ha perjudicado, trasladando empleos a México o China.
La exestrella de TV, que sin ninguna experiencia en la política administra desde ayer la primera potencia mundial, anunció que entre sus primeras acciones está poner en marcha un plan económico que incluye unos 25 millones de nuevos puestos de trabajo para la próxima década.
Y, de inmediato, la nueva administración buscará también “renegociar” o cancelar el Tratado de Libre Comercio (TLC) de América del Norte, firmado con Canadá y México. “El presidente Trump se ha comprometido a renegociar el TLC (...) y si los socios se niegan a hacerlo el presidente va a insistir en “su intención de abandonar el acuerdo”, dice el portal de la Casa Blanca, sitio en el que se avisa también que la prioridad del nuevo gobierno será “derrotar al Estado Islámico y a los grupos de terrorismo”.
Además, entre las primeras medidas a ser adoptadas está desarrollar un sistema de defensa de misiles de última generación para proteger a Estados Unidos de posibles ataques de países como Irán y Corea del Norte.
Tras dejar el palco del Capitol Hill, donde tomó juramento, Trump firmó sus dos primeros documentos oficiales. Uno que proclama el “Día Nacional de Patriotismo” y la exención requerida para que James Mattis pueda desempeñarse como secretario de Defensa. Las firmas las estampó rodeado de su familia y del vicepresidente Mike Pence.