En el primer día en el cargo, Trump tuvo tiempo para juntarse con los jefes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), su primera visita oficial en agenda, donde intentó recomponer relaciones con ese organismo y dijo a los funcionarios que los apoyaba, tras haber criticado a agencias de espionaje por su investigación sobre ataques informáticos rusos.
Por su parte, el nuevo secretario de Defensa, James Mattis, cuya nominación fue la primera en ser confirmada por el Senado, ya está trabajando en el Pentágono para poner a punto el plan de lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Su primer decreto es en realidad una patada a la reforma sanitaria del Obamacare, visto que ordena a todas las agencias federales competentes a revisar y ajustar la ley, cambiando, retrasando o eliminando todas las normas consideradas demasiado costosas para compañías de seguros, gastos farmacéuticos y médicos.
Mientras tanto, el nuevo equipo presidencial ya presentó un cambio de imagen de la página web de la Casa Blanca. Desaparecieron de ahí las páginas dedicadas al clima y a los derechos civiles y las dedican a otros proyectos. Por otra parte, Trump recibirá el 31 de enero a su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto, se anunció.
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