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El caso de Odebrecht, que se destapó en 2015, es un escándalo que afecta a gran parte de Latinoamérica y está directamente relacionado con la macrotrama de corrupción de la petrolera brasileña Petrobras, una ramificación de la “Operación Lava Jato”, llevada a cabo por la Policía Federal y a la Fiscalía de Brasil.
En 2015, la policía detuvo a Marcelo Odebrecht, uno de los máximos empresarios de Brasil y presidente de la mayor constructora de América Latina. A partir de allí el caso viene generando un “huracán” que sacude a políticos del más alto nivel.
En Brasil, el Ministerio Público, con el “Lava Jato”, llevó a la cárcel a poderosos políticos e investiga a los expresidentes Lula da Silva y José Sarney.
Lula está en la mira por supuesto tráfico de influencias y asociación para delinquir; mientras que Sarney fue incluido en el caso por supuesto intento de obstrucción a la justicia, junto con otros dos actuales senadores brasileños: Renan Calheiros y Romero Jucá. Ambos contaban con fuero parlamentario, pero les fue revocado por el Tribunal Supremo.
De acuerdo a las leyes de Brasil, el Supremo tiene la potestad de levantar la inmunidad a los ministros y autoridades electas con fueros para que sean incluidos en las investigaciones judiciales.
La determinación del Poder Judicial de Brasil, uno de los más transparentes e independientes de la región, contribuyó al avance de las investigaciones; y alentó a la Justicia de Perú a que ordenara también las pesquisas por supuesto cobro de soborno al expresidente Alan García; sobre quien pesa una orden de captura internacional y reclusión.
Odebrecht reconoció que pagó US$ 29 millones en Perú ilegalmente entre 2005-2014, durante los gobiernos de Toledo, Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
El escándalo de los sobornos pagados por el gigante brasileño de la construcción para obtener contratos en la región incluye a unos doce países.
Luego de Brasil, Venezuela fue el país en el que más sobornos se pagó: unos US$ 98 millones. Pero no han surgido nombres de los responsables.
Panamá, presidido por Juan Carlos Varela; y Colombia, gobernado por Juan Manuel Santos, fueron esta semana los protagonistas de esta gran trama.
La Fiscalía panameña cercó al exministro consejero de Varela, Alfredo Fonseca Mora, quien acusó al Mandatario de recibir “donaciones” de la constructora para la campaña de 2014, algo que el gobernante panameño negó tajantemente.
En Colombia, Odebrecht está acusada de haber pagado coimas por más de 11 millones de dólares para que le adjudicaran la construcción de una autopista. El exministro de Transporte declaró que parte de ese dinero fue a la campaña de Santos.
Fuente: AFP/EFE/ANSA