Se trata de Enrique Luis Krawczyk, propietario de una florería en Oberá, quien cuestionó la poca información y hasta las contradicciones de los informes oficiales respecto a lo que pasó con el submarino. Dijo que desde un primer momento no dijeron toda la verdad de los acontecimientos.
No descartó que incluso la nave haya sido atacada por algún submarino inglés, teniendo en cuenta que muy cerca del lugar donde se detectó la explosión se encuentra la zona de exclusión marítima bajo control del Reino Unido. “Quién nos puede asegurar que no hayan sido torpedeados”, expresó.
Para este tío de la joven, los 44 tripulantes murieron ese primer día en que se produjo el problema en el submarino, y todo lo demás fue información contradictoria de las autoridades para ganar tiempo.