“Este es un momento de alegría para el país”, manifestó el alto comisionado de la ONU para la paz de Colombia, Sergio Jaramillo, ante más de un centenar de guerrilleros, armados y en formación, para luego iniciar la ceremonia de dejación de fusiles y desmovilización.
Con este acto culmina la fase de 180 días de duración, de la cual restan 120 para que se cumpla la reinserción de los rebeldes a la sociedad civil.
El número dos de las FARC, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, indicó que “algo bueno está pasando en Colombia y es la paz” producto de los acuerdos firmados con el Gobierno, en setiembre y noviembre pasados.
PCC y disidentes
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Una facción de la guerrilla marxista presente en las selvas del sureste de Colombia y vinculada con el tráfico de cocaína se declaró en disidencia, generando temores en Brasil a que concrete una alianza con el Primer Comando de la Capital (PCC), grupo criminal que buscaría expandir su poder en las rutas y redes de narcotráfico.
El ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, aseguró que usarán junto con Brasil todo el poder militar para combatir a este grupo rebelde e impedir que se alíen con organizaciones delictivas de países fronterizos para eventualmente convertirse en amenazas para la seguridad regional.
Villegas dijo previamente que el PCC ofreció trabajo a los disidentes de las FARC, pero advirtió que desplegarán toda la capacidad militar en la frontera para impedir esa alianza.