Gran Bretaña se debate entre el plan B de May y un “brexit duro”

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La primera ministra británica, Theresa May, continuó hoy los contactos con los ministros de cara a la presentación este lunes de su plan B para el brexit, en un nuevo intento de sumar apoyos que permitan su aprobación este 29 de enero.

LONDRES (EFE). La jefa del Gobierno expone hoy en la Cámara de los Comunes los pasos alternativos después de que el acuerdo negociado con la Unión Europea (UE) fuera rechazado por los diputados en una votación celebrada el pasado martes.

El plan B será votado la semana siguiente, el martes 29 de enero.

La crisis en la que está sumido el Reino Unido por el brexit, cuya fecha de retirada del bloque europeo está fijada para el próximo 29 de marzo, se ha profundizado por la polarización de la Cámara de los Comunes, donde May no tiene mayoría y necesita el respaldo de los diez diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte para sacar adelante las leyes.

Aunque aún el Gobierno no ha desvelado las nuevas ideas de May para el brexit, el dominical “The Sunday Times” reveló que podría consistir en firmar con la República de Irlanda un tratado bilateral que permita eliminar del acuerdo negociado con la UE la controvertida salvaguarda o “garantía”, pensada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.

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Muchos parlamentarios, especialmente los del DUP, rechazaron la salvaguarda porque temen que deje atado al país a las estructuras de la UE, en caso de que se tarde más de lo esperado en sellar un acuerdo comercial definitivo durante el periodo de transición de salida, el 29 de marzo de 2019 a finales de 2020.

Pero los renovados esfuerzos de May pueden verse eventualmente alterados si prosperan los planes de dos grupos de diputados que buscan impedir un “salto al vacío” el 29 de marzo, o sea salir de la UE sin acuerdos fijados sobre los diversos puntos que se verán afectados por la separación.

Uno de esos grupos, formado por el conservador Nick Boles y la laborista Yvette Cooper, busca impedir ese brexit duro, o sea sin acuerdo, algo sobre lo que la jefa del Gobierno se opone porque supondría retrasar la retirada británica, según el “Sunday Times”.

El segundo grupo, a cargo del diputado proeuropeo Dominic Grieve, quiere ir más allá y suspender el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que el Reino Unido activó al notificar a la UE su intención de salir del club de los 27, con el objetivo de parar el brexit en un segundo referéndum.

Este camino parece más improbable, pero las opciones de aprobar un acuerdo ya o tener un brexit duro, son una realidad palpable.