El conflicto político en el país caribeño se agudiza, pese a la instalación de una mesa de diálogo, fijada con mediación del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), pero que hoy están congeladas ante la persistente negativa del Gobierno de someterse a la voluntad popular con una salida electoral, impidiendo por todos los medios la posibilidad de un referendo revocatorio contra el mandato del Ejecutivo.
La oposición y organizaciones de DD.HH. denuncian que en Venezuela existen más de un centenar de “presos políticos”, aunque Maduro niega que los haya.