Judíos encontraron la paz en el Paraguay

Este artículo tiene 11 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2394

Venezuela y Paraguay fueron los países sudamericanos más accesibles para los judíos que escapaban de la intolerancia del nazismo europeo. Con hambre, sin trabajo, pero con esperanzas de forjar una vida nueva, algunas familias encontraron tranquilidad en nuestro país.

Humberto Ismajovich, presidente del Consejo del Museo Judío del Paraguay “Doctor Walter Kochmann”, comentó que su abuelo Lejzor Szumsztajn salió del campo de concentración Auschwitz-Birkenau cuando tenía 18 años; era de una familia destrozada por la guerra, con hermanos asesinados y apenas 30 kilogramos de peso.

Vino al Paraguay desde Polonia para rehacer su vida. “En nuestro país encontraron las puertas abiertas. Encontraron tranquilidad y trabajo. En sus comienzos vendían cosas de casa en casa y luego se levantaron”, señaló Ismajovich.

Resaltó que, así como en todo el mundo, en Paraguay el tema del holocausto se convirtió en tabú, en un capítulo negro de la historia de los judíos, por lo que no querían hablar mucho de ello.

También hay otras historias, como la de unos jóvenes que también salieron de los campos de concentración y se encontraron en una estación de trenes, donde se enamoraron y decidieron venir al Paraguay.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Algunos tenían familias ya establecidas aquí, otras vinieron para comenzar de nuevo, sin parientes ni amigos. En total, según los datos del Museo, unos 13 sobrevivientes de los campos de concentración se establecieron en el Paraguay.

Ismajovich recordó que su abuela le contaba que Lejzor llegaba todos los días a la casa con una bolsa de pan, ya que durante los años de encierro fue privado de alimentos, por lo que quedó traumado. También, señaló, a su abuelo le gustaba comprar muchos zapatos, pues durante su detención, solo por el hecho de ser judío, no tenía calzados ni en el calor ni el invierno europeo.

Por su parte, Mónica Strupp, del Comité Ejecutivo del Museo, indicó que una secuela de la tragedia sufrida por millones de personas es que los judíos deben comer todo lo que se les sirve en la mesa. “El hambre hizo sufrir a mucha gente en los campos de concentración, además de las torturas físicas y psicológicas. Cuando llegaban al Paraguay, algunos sobrevivientes comían hasta cáscara de papa”, resaltó.

El 27 de enero se recuerda el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, ya que esa fecha, pero en 1945, el ejército soviético liberaba el campo de concentración nazi de Auschwitz, donde murieron más de un millón de personas.

No a la discriminación

El Museo Judío del Paraguay “Doctor Walter Kochmann” fue inaugurado en noviembre de 2013, tras varios años de intensa labor del grupo impulsor. Tiene tres ambientes: cultura y religión judía, Holocausto y judíos en el Paraguay. Para Ruth Kaplan de Kohan, vicepresidenta del Museo, el objetivo principal es educar en la compresión y en luchar contra la discriminación, para que hechos tan violentos como el Holocausto nunca más ocurran.

equintana@abc.com.py