Aunque Facebook afirmó haber retirado “rápidamente” el video del hombre armado disparando en dos mezquitas en Christchurch, la transmisión en vivo que duró unos 17 minutos, según algunos informes, fue compartida repetidamente en YouTube y Twitter, y algunas tomas seguían viéndose horas después.
Si bien las principales plataformas de Internet se comprometieron a adoptar medidas enérgicas sobre la publicación de imágenes de contenido violento e inapropiado a través de sistemas automáticos y de monitoreo humano, algunos estiman que no está funcionando.
“No hay ninguna excusa para que el contenido de esa transmisión en vivo esté circulando ahora”, señaló Lucinda Creighton, exministra de gobierno irlandesa y asesora de la ONG Counter Extremism Project, que hace campaña para retirar contenido violento de internet.
Su organización desarrolló tecnología capaz de detectar algunos tipos de contenido violento y se lo ofreció a compañías de internet, pero fue rechazada.
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YouTube y Twitter reaccionan
Tras los ataques de ayer, la policía neozelandesa pidió a la población en un mensaje de Twitter que no compartieran las imágenes “extremadamente angustiosas” de las matanzas, vistas repetidamente en plataformas como 4chan y Reddit y en los sitios web de algunos medios.
Un portavoz de Twitter indicó que los casos como el del video de Christchurch eran gestionados cuidadosamente por un equipo especializado y que la compañía cooperaba con el cumplimiento de la ley.
“Nuestros corazones están rotos por la terrible tragedia. Estamos trabajando atentamente para retirar cualquier toma violenta”, dijo por su parte YouTube.
Facebook no reaccionó de inmediato a las preguntas sobre su acción, pero indicó que retiró el video tras una petición de la policía y haber bloqueado la cuenta de Facebook e Instagram del presunto atacante.
Para Jennifer Grygiel, una profesora de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, las compañías están haciendo muy poco para prevenir la viralización de contenido violento. La inteligencia artificial puede ayudar, pero “no se puede diseñar ningún algoritmo para esto, porque no se puede predecir el futuro”, concluyó Grygiel.