Lula, con situación judicial cada vez más complicada

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El Ministerio Público Federal acusó ayer al expresidente de Brasil Lula da Silva por delitos de corrupción pasiva, tráfico de influencia, lavado de dinero y asociación ilícita. Su situación jurídica viene complicada cada vez más, debido a que afronta otros dos procesos en el caso Petrolão.

RÍO DE JANEIRO (EFE). El Ministerio Público Federal de Brasilia acusó a Lula de cobrar sumas millonarias de la constructora Odebrecht a cambio de haber favorecido a esta empresa entre 2008 y 2015, en la recta final de su gobierno y en los años posteriores; con contratos millonarios en Angola.

Si fuera juzgado y condenado por corrupción pasiva, tráfico de influencia, lavado de dinero y asociación ilícita, podría enfrentarse a una pena de hasta 30 años de cárcel.

Según la denuncia, Lula interfirió para supuestamente favorecer la liberación de recursos del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para una obra de Odebrecht en Angola en la que la empresa de un sobrino suyo, Taiguara Rodrigues dos Santos, también participaba.

Además Odebrecht contrató a Lula para pronunciar discursos en diversos países después de que dejó la Presidencia de Brasil en 2011, lo que, según la fiscalía, se trataba de un medio para “disimular el mecanismo de compraventa de la influencia” que el exmandatario mantenía ante entes públicos brasileños y gobiernos extranjeros.

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Lula tiene otros dos procesos abiertos en la Justicia común, por haber recibido supuestos pagos ilegales y favores de la constructora OAS y por haber ofrecido dinero a cambio del silencio de uno de los testigos que colaboran con las investigaciones de corrupción en la petrolera Petrobras.

El expresidente también es investigado por el Tribunal Supremo en otro proceso paralelo, por su supuesta participación en el escándalo de corrupción que giraba en torno a Petrobras, por el que han sido condenados varios ejecutivos de la petrolera, políticos y directivos de las mayores constructoras del país, implicadas en la trama.

Persecución

Después de hacerse pública la nueva denuncia, el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, afirmó que el expresidente está siendo sometido a una “persecución” jurídica que tiene el objetivo manifiesto de impedirle que se presente a las presidenciales de 2018, una posibilidad que él mismo ha insinuado.