BRASILIA (AFP, ANSA, EFE). El fiscal general Rodrigo Janot considera que Lula no podía ignorar la existencia de una “organización criminal” establecida en la estatal Petrobras, en la que participaron partidos políticos, empresarios y ejecutivos de la compañía.
El procurador afirma haber obtenidos “pruebas” sobre la organización delictiva que actuó “por tantos años” y con una estructura “verticalizada”.
En esa organización delictiva actuaron varias agrupaciones como el oficialista PT y, su hasta hace un mes aliado en el gobierno, el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Janot, en el documento, destaca que “en el ámbito de los miembros” del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) hay nuevos elementos que demuestran que la “organización criminal” que actuó en Petrobras “tuvo un alcance más amplio de lo que se imaginaba” y “con una enorme concentración de poder de los jefes de la organización”.
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Señaló además que la “organización criminal” que desvió dinero de la petrolera estatal “jamás” podría haber funcionado por tanto tiempo y de “una forma tan amplia y agresiva” en el ámbito del Gobierno federal “sin la participación del expresidente Lula”.
Lula ya es blanco de dos investigaciones por corrupción y lavado de dinero en tribunales comunes y, si el Supremo acepta incluir su investigación en el caso principal de Petrobras, pedido por el fiscal, pasará también a ser investigado por la máxima corte del país.
El expresidente Lula fue nombrado ministro por la actual mandataria, y ahijada política, Rousseff en marzo pasado y llegó a asumir el cargo, pero un juez del Supremo suspendió su designación al considerar que le fue concedido el cargo para que pueda escapar de la investigación del juez Sergio Moro, que investiga el caso y ha dictado sentencias contundentes contra varios implicados.
No obstante, a pesar de que su nombramiento fue suspendido, el Supremo consideró que el expresidente debía mantener el fuero privilegiado.
También fue citado José Sérgio Gabrielli, el expresidente de Petrobras, la empresa donde según las investigaciones y la propia petrolera reconoció en sus balances, desvió más de 2.000 millones de dólares en la última década (y la Fiscalía calcula que el fraude puede llegar hasta cuatro veces más).
Janot pidió igualmente investigar a Paulo Okamotto, el actual presidente del Instituto Lula, organización del exmandatario que está bajo sospecha por servir de fachada para operaciones ilegales.