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BERLÍN (EFE, AFP). Un informe interno elaborado por encargo de la Conferencia Episcopal alemana documenta un total de 3.677 casos de abusos sexuales, en su mayoría niños varones, cometidos por 1.670 religiosos católicos desde 1946 hasta 2014.
Para dos tercios de las víctimas, los ejecutores de los abusos eran sus confesores o curas con los que mantenían algún tipo de vínculo religioso.
Durante tres años y medio, un grupo de investigadores de las universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen examinó 38.000 “dossiers” y manuscritos provenientes de 27 diócesis alemanas y transmitidos por la Iglesia.
Durante décadas la Iglesia ha “destruido o manipulado” numerosos documentos vinculados a los sospechosos y ha “minimizado” la gravedad y la amplitud de los hechos, asegura el informe.
En este contexto, el papa Francisco convocó para febrero de 2019 a una reunión en el Vaticano de todos los presidentes de Conferencias episcopales para tratar el tema de “la protección de los menores”,
Desde hace meses, el papa Francisco se enfrenta a una crisis sin precedentes por las continuas revelaciones de escándalos de abusos sexuales, en varios países, en particular Australia, Chile y Estados Unidos.
Los sacerdotes acusados, revela la investigación, con frecuencia eran trasladados sin advertir a los fieles sobre el posible peligro de estos para los niños en sus nuevas diócesis.
Solo un tercio de los sospechosos enfrentaron juicios de acuerdo a la ley canónica, pero las sanciones han sido mínimas, incluso inexistentes, señalan los investigadores.
La Conferencia episcopal alemana reconoció que se sentía “consternada y avergonzada” tras la filtración.
La Iglesia Católica es la principal confesión junto con la Evangélica en Alemania, con unos 24 millones de creyentes cada una.