CARACAS (AFP, EFE). La manifestación arrancó con el impacto que generó el anuncio del general de División de la Aviación venezolana Francisco Yánez, quien desconoció a Maduro en un video difundido en redes sociales, convirtiéndose en el militar activo de más alto rango en reconocer a la vez como presidente interino al opositor Juan Guaidó.
Según la ONG Espacio Público, unos 180 militares fueron detenidos en 2018 acusados de conspiración y cerca de 10.000 pidieron la baja desde 2015.
Exiliados y refugiados en todo el mundo también exigieron la salida del poder del dictador Nicolás Maduro y la convocatoria de elecciones presidenciales.
“Usurpador, vete ya” y “Fuera, dictador”, “Fuerza Armada, oye al pueblo”, se leía en pancartas que portaban los opositores, que en Caracas se concentraron frente a la sede de la Unión Europea (UE).
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Guaidó, jefe del Parlamento que juró el 23 de enero como presidente provisional, convocó a la marcha para respaldar el ultimátum que dieron al tirano Maduro potencias como Francia, España, Alemania, Reino Unido, Portugal y Holanda para que acepte “elecciones libres” o de lo contrario reconocerán a Guaidó.
El gobierno del estadounidense Donald Trump fue el primero en reconocer a Guaidó y, como respuesta, Maduro cortó relaciones diplomáticas con Washington.
Las manifestaciones se desarrolaban ayer bajo alta tensión debido a que el chavismo también reunió a sus seguidores para recordar los 20 años de la llegada al poder Hugo Chávez, fallecido en 2013. En esta concentración, militantes chavistas pidieron prisión para el opositor Juan Guaidó, algo que Maduro no descartó y respondió “todo a su tiempo”.
El 20° aniversario de la “revolución chavista” se cumple en plena debacle del país: hiperinflación, escasez de comida y medicinas, y la petrolera PDVSA, en default y con una producción en caída libre, estrangulada ahora por sanciones de Estados Unidos.
Guaidó anunció la llegada de ayuda humanitaria en la frontera con Colombia y Brasil, y en una isla del Caribe, y pidió a los militares dejarla entrar al país.
Maduro, que culpa a la derecha y a las sanciones estadounidenses de la crisis, rechaza la ayuda humanitaria asegurando que dan vía a una intervención militar y promete “prosperidad”, aunque con el mismo modelo económico de control estatal.
Puja por el apoyo militar
Uno de los grandes esfuerzos de la oposición venezolana ha estado dirigido hacia los policías y militares, a quienes les han extendido una amnistía aprobada por decreto ley en el Parlamento, de mayoría opositora, para todos los funcionarios que no reconozcan a la dictadura chavista y contribuyan a restablecer el hilo democrático. Maduro, que otorga vasto poder a la cúpula castrense a cambio de su “lealtad”, volvió a arengar a los soldados en un ejercicio militar: “leales siempre, traidores nunca”. (AFP)