Una de las dos hermanas orantes citadas como testigos por el juez Daniel Rafecas afirmó que la anciana madre Alba, superiora del monasterio en la periferia de Buenos Aires, le había pedido que esté “atenta al portón” porque iba a ir “José”, según fuentes judiciales citadas por la prensa local.
El juez Rafecas tomó ayer declaración testimonial a las religiosas María y Marcela, de las que en un principio no se conocía que estaban en el monasterio la madrugada del 14 de junio, cuando López llevó los bolsos que contenían 8,9 millones de dólares, 153.000 euros, 59.000 pesos (4.100 dólares) y dos relojes Rolex, además de un arma de guerra.
El jueves declaró Jesús Ojeda, el vecino que dio alerta a la policía esa madrugada, cuando vio que un hombre (José López) arrojaba bolsos al interior del monasterio para luego ingresar saltando la tapia.
El exfuncionario fue atrapado por policías cuando intentaba ocultar el dinero en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de la Virgen de Fátima, en General Rodríguez, a 50 km al oeste de Buenos Aires.
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La policía solo había registrado la presencia de la madre Alba, una anciana de 94 años que no está en condiciones de declarar y de la hermana Inés, que les abrió la puerta y será indagada el 1 de agosto por el juez.