“Cuando alguien viene a su casa quisiéramos ser notificados y no que un invitado se vaya a meter en los dormitorios o la cocina sin permiso”, señaló Muñoz.
“Las cosas tienen que hacerse de acuerdo a la práctica diplomática, que es muy antigua”, afirmó el canciller, quien agregó que él no visitaría otro país sin acordar la agenda de actividades con las autoridades respectivas.
“Yo no me iría a meter a otro país sin notificar, sin acordar un programa y seguir los protocolos y el respeto que se deben dos países independientes”, apuntó.
Choquehuanca, junto a un grupo de legisladores y dirigentes de los camioneros bolivianos, visitará los puertos de Arica y Antofagasta, ubicados en el norte de Chile.
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El objetivo del viaje es verificar las denuncias de maltratos hechas por camioneros y el cumplimiento del libre tránsito para la carga boliviana fijado en el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904.
El anuncio de visita abrió un nuevo capítulo en las tensas relaciones bilaterales, en donde el Gobierno chileno insiste en que se trata de un viaje privado, pues no se ha pactado la agenda de actividades de la comitiva boliviana.
Muñoz reiteró ayer que ofrecerá resguardo policial a la delegación boliviana, que para visitar los puertos tendrá que someterse a las medidas de seguridad y los protocolos normales.