BUENOS AIRES (EFE).Si el bloque suramericano se vio en el pasado sacudido muchas veces por las recurrentes guerras comerciales entre Argentina y Brasil, ahora la tormenta en el horizonte es de raíz empresarial.
Los primeros truenos sonaron en marzo pasado, cuando la minera brasileña Vale suspendió un millonario proyecto en Argentina, que el gobierno peronista consideraba estratégico.
Ahora la atmósfera entre las dos mayores economías del Mercosur se ha vuelto a caldear tras la decisión de Argentina de rescindir el martes a la firma brasileña América Latina Logística (ALL) el contrato de concesión para administrar dos líneas férreas de carga.
“La actividad del Mercosur está frenada en los temas centrales, los comerciales y económicos. El corazón del bloque es la relación Argentina-Brasil y si la agenda entre esos dos países está paralizada, eso se traslada al Mercosur”, dijo ayer Mauricio Claverí, coordinador de Comercio Exterior y Negociaciones Internacionales de la consultora Abeceb.com.
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“Argentina tiene una situación interna particular. Los desequilibrios y los problemas que tiene en el mercado cambiario necesariamente necesita compensarlos a través del mantenimiento de una balanza comercial positiva, lo que implica tener un control muy estricto sobre las importaciones, incluyendo las de Brasil”, apuntó Claverí.
El experto sostuvo que la relación bilateral desde el punto de vista comercial “no es buena y está llena de roces y conflictos en los últimos años. Pero a esto se han sumado dificultades en el canal de las inversiones, que era el ámbito en el que se estaba dando la integración, con inversiones cruzadas e integración productiva”.
Claverí señaló que la rescisión del contrato con ALL tiene, según lo expresado ayer por el Gobierno argentino, un “fundamento de base”, un presunto incumplimiento del contrato de concesión, y, por tanto, “no se puede pensar en una intencionalidad de afectar a Brasil con la medida”.
“Pero sucede que este tipo de acciones caen en un mal momento, en que la relación bilateral ya era compleja, y es una mala señal desde el punto de vista de la recomposición de la relación”, advirtió.
