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IDLIB, Siria (AFP). Cientos de civiles sirios huían de la provincia de Idlib por temor a una ofensiva del régimen, en la víspera de una reunión crucial en Irán para decidir el destino de este último gran bastión yihadista y rebelde en Siria.
Ayer, fuerzas del régimen de Bachar Al Asad bombardearon de nuevo con artillería un sector de la provincia, del que huyen los habitantes desde el pasado miércoles por la noche, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Determinado a retomar el control de todo su territorio, y con la ayuda militar rusa e iraní, el régimen envió numerosos refuerzos en los límites de la provincia, en la frontera con Turquía, dominada por los yihadistas de Hayat Tahrir Al Sham (HTS) pero donde también se encuentran importantes facciones rebeldes.
La ONU teme que una ofensiva del gobierno desplace a hasta 800.000 personas.
La aviación es un arma crucial para el régimen y su aliado ruso en sus ataques para retomar los bastiones rebeldes y yihadistas, aunque haya grandes pérdidas humanas y destrucciones colosales.
En la provincia de Idlib y los focos insurgentes aledaños, donde viven unas tres millones de personas, la ONU y muchos países occidentales temen una “catástrofe humanitaria” de una envergadura sin precedentes, incluso a nivel de un país destrozado desde 2011 por un conflicto que ya ha dejado más de 350.000 muertos.
“El mundo está mirando y Estados Unidos está mirando”, advirtió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Washington convocó a una reunión del Consejo de Seguridad para hoy, el mismo día en que se celebra en Teherán una cumbre entre los presidentes de Irán y Rusia, aliados del régimen, y Turquía, apoyo de los rebeldes.
Esta reunión podría determinar el calendario de la posible ofensiva contra Idlib.
Turquía, que afirma temer una “masacre” y un nuevo flujo de refugiados hacia su frontera, dijo que intentaría en Teherán evitar el asalto.
Pero Rusia fue tajante al asegurar que mató, mata y matará a los terroristas en Siria.
Siete años
En 2011 comenzaron en Siria manifestaciones contra el gobierno de Bachar al Asad, que pronto se convirtieron en una sublevación por parte de sectores militares.
Comenzó así una guerra civil que fue volviéndose más y más compleja con la suma de diversos actores internos y externos. Por ejemplo, Rusia e Irán apoyan al gobierno sirio.
El régimen que rige Siria comienza en 1971 con Hafez al Asad, que pasó el poder a su hijo, Bachar en el año 2000.