CARACAS (AFP).Desde la coalición opositora anuncian que volverán las protestas en paralelo al diálogo nacional iniciado con acompañamiento del Vaticano y la Unasur.
“Se acabó la tregua que pidió el Vaticano”, declaró Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), organización que había suspendido una marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores, según dijo por solicitud de la Santa Sede, y además postergó un juicio contra el presidente Nicolás Maduro en el Parlamento –donde la MUD es mayoría– para fijar su responsabilidad en la crisis política y económica y declararlo en “abandono del cargo”.
La Constitución venezolana no prevé el juicio político como mecanismo para destituir al mandatario.
La marcha hacia Miraflores tenía como propósito exigir la reactivación del proceso para un revocatorio, suspendido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en octubre pasado.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Maduro descartó que un referendo en su contra o un anticipo de elecciones serían tratados en la mesa.
Jorge Rodríguez, miembro de la comisión negociadora por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), dijo que en lo económico y social acordaron trabajar para combatir el “boicot” a la economía venezolana.
En el marco del diálogo nacional, el Gobierno y la oposición pactaron reunirse de nuevo el 6 de diciembre para revisar los avances de las mesas técnicas.
Ante las críticas de varios partidos de la MUD que no toman parte en las negociaciones, Torrealba defendió los logros alcanzados, en particular la renovación de dos rectores del CNE, cuyo período está por vencer.
La oposición acusa al Consejo Electoral de servir al chavismo y al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que declaró en desacato al Congreso, por lo que todos sus actos son considerados nulos. Además, acusa al mandatario de ser responsable de la grave crisis que sufre el país petrolero, con una alta inflación, recesión económica, escasez de alimentos y medicinas; mientras que Maduro dice ser víctima de una “guerra económica” por parte de sus adversarios.