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SANTIAGO (Reuters, EFE, AFP). Piñera lograba anoche un 36,67 por ciento de los votos, con el 82% escrutado, alejado del 50 por ciento más un voto, necesario para ser elegido en esta primera vuelta.
La pugna por el segundo lugar se tornó más reñida de lo esperado, con el socialdemócrata Guillier obteniendo un 22,64 por ciento frente al 20,34 por ciento de la candidata de la ultraizquierda Beatriz Sánchez (del Frente Amplio, socialistas y neocomunistas).
Los votos obtenidos por el conservador Piñera no alcanzaron las cifras previstas, en una jornada donde también se dio una participación mayor de lo que se esperaba.
La sorpresa es el resultado obtenido por la candidata neocomunista Beatriz Sánchez que se encarama a la tercera posición, a solo dos puntos de Guillier, de Nueva Mayoría.
Este resultado “reconfigura completamente el paisaje político chileno”, dijo René Jara, analista de la Universidad de Santiago.
La votación lograda por Sánchez, la candidata del equivalente al Podemos español, le dan un “poder negociador muy fuerte para la segunda vuelta”, sopesó.
Referendo sobre gestión de Bachelet
Ocho candidatos buscaban reemplazar a la saliente presidenta socialista Michelle Bachelet en unas elecciones que además renueva a la mitad del Senado y a todos los diputados.
La elección es vista como un referéndum a la gestión de Bachelet, quien planteó algunas reformas pretendidas por los sectores más radicales del socialismo, aunque los desacuerdos internos y una economía casi estancada dejaron a la vista las fisuras de la coalición gobernante, Nueva Mayoría.
Los comicios de ayer podrían incluso poner en riesgo la supervivencia de la alianza que ha dominado la política chilena por décadas.
En una inusual declaración para un presidente en medio de una jornada electoral, Bachelet dijo más temprano que los comicios no se definirían en la primera vuelta.
El Servel dio a conocer también los inéditos resultados de las votaciones en el exterior, en la que Sánchez y Guillier obtuvieron más del 30 por ciento.
A nivel nacional, consultoras y analistas temían una alta abstención ante la creciente apatía de los chilenos por la política tras una serie de escándalos de corrupción, con un sistema donde el voto es voluntario.
Pero terminó dándose una nutrida presencia de electores.
Encrucijada
Piñera, de 67 años, ha prometido que corregirá las reformas en marcha de Bachelet, duplicará el crecimiento económico y dejará al mayor productor mundial de cobre a las puertas del desarrollo, lo que catapultó su nivel de apoyo a casi un 44 por ciento, el doble de su rival más cercano, en los sondeos previos a la jornada electoral.
El multimillonario, que gobernó entre 2010 y 2014, ha dicho que el país enfrenta una encrucijada entre insistir en el camino “equivocado” de la Nueva Mayoría u optar por un cambio.
“Hoy los chilenos vamos a tomar una decisión que va a afectar nuestras vidas por muchas décadas. (...) sé que vamos a elegir los caminos correctos, aquellos que conducen a tiempos mejores”, dijo Piñera luego de votar.
Los socialistas y neocomunistas llegaron a los comicios fragmentados con seis candidatos, de los cuales Guillier –respaldado también por socialistas y comunistas– aparece como el principal rival de Piñera.
El senador de 64 años busca profundizar las reformas de Bachelet y quiere propiciar una nueva Constitución.